« Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias” John Locke.

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jueves, 10 de noviembre de 2011

El Tiempo : Otro instrumento de medición inventado para experimentar la vida y alejarnos de la esencia.


Una de la noción menos puesta en duda que tenemos de nosotros y nuestro mundo es la de tiempo y espacio. Para nosotros la existencia es como una concatenación de eventos que medimos con relojes, calendarios y las etapas más importantes de  nuestra vida. Nacemos, crecemos, nos casamos, tenemos hijos, acumulamos bienes, envejecemos y morimos.
Uno de 6 capitulos

No obstante existen ciertos indicios que nos dejan vislumbrar que las cosas no son tan cartesianas. Como dice Einstein : "Cuando un hombre se sienta con una chica bonita durante una hora, parece que fuese un minuto. Pero déjalo que se siente en una estufa caliente durante un minuto y le parecerá más de una hora. Eso es relatividad."  Fue el primero que demostro que no existe un estándar de tiempo único, con el cual etiquetar los acontecimientos físicos, de manera absoluta, sino que cada sistema de coordenadas tiene su propia métrica del tiempo, su propia versión objetiva de la realidad. Ahora bien, si la realidad consta por tanto de infinitas versiones –infinitos observadores posibles–, así también existiría no una sino infinitas tiras de fotogramas, que se correspondan a los mismos sucesos físicos.
¿Cuál es la verdadera faz de la naturaleza? Tanto la relatividad general como la mecánica cuántica funcionan perfectamente bien en las escalas que se aplican por eso se creó la teoría de la relatividad especial.
La hipótesis de la discontinuidad del tiempo y el espacio, predicha por la mecánica cuántica, y la cuantización de la energía –que sí fue prontamente comprobada– conduciría a un replanteamiento filosófico de gran trascendencia: ¿qué es el presente, el futuro y la causalidad, y qué podemos conocer de ellos? Hasta los descubrimientos cuánticos y todavía hoy en día los más reacios a nuevos paradigmas, se adhieren al concepto determinista de que: toda decisión y acto del hombre son resultado de una sucesión ininterrumpida e inquebrantable de causa-efecto, entre las partículas que conforman la materia, regidas por las leyes físicas de la naturaleza. De tal forma, la concepción determinista admite que el futuro, en su totalidad, está contenido en el presente.
No obstante como dijo tan bien Hugh Everett : “El tiempo era antiguamente concebido como un río. Pero el avance de la ciencia nos hizo reconsiderar si en verdad tiene sentido hablar de un único cauce.”
En cuántica, lo que obtenemos es una superposición de varios resultados, cualquiera de los cuales puede tener lugar en la realidad. No podemos elegir o inclinarnos por alguno de ellos antes de realizar la observación; el estado en el que se encuentra el sistema es un estado de superposición. Este estado de superposición evoluciona en el tiempo mediante la ecuación de Schrödinger, es decir que  no pueden aparecer con el tiempo estados nuevos, ni desaparecer otros de tal modo que quede uno solo. Sólo cuando se realiza la medición física ‘desaparece’ la superposición y se observa uno solo de los estados previstos. Entonces el colapso de función de onda depende plenamente del observador: del sujeto. Resulta muy turbador considerar que el curso del tiempo esté absolutamente establecido por el sujeto, y que no sea nada objetivo.
Pero entonces ¿porque percibimos solo un estado? Es aquí cuando el tiempo interviene (o mejor dicho nuestra percepción de algo lineal llamado Tiempo) para cumplir el papel de orden, de número, como decía Aristóteles. En resumen, una frase célebre de Einstein: “La única razón para que el tiempo exista es para que no ocurra todo a la vez”. Este concepto también replantea una cuestión importante: Significa que lo que “sucede” es solo y exclusivamente una percepción y debe limitarse a la observación del sujeto.  Por lo tanto sugiere que no tiene significado físico lo que ocurre entre dos observaciones,  y que el tiempo sólo es tal en tanto es concebido por el sujeto. Esto sería la prueba irrefutable de que solo existe el presente, en otras palabras: el momento de la observación.
No obstante existen numerosas teorías como la del físico Hugh Everett quien propuso la Interpretación de Universos Paralelos (o Múltiples). Lo que dice esta interpretación es que cada resultado posible existe físicamente, pero en distintos universos. Éstos serían exactamente iguales (sí, partícula por partícula), salvo por el desenlace del suceso en cuestión, donde en cada universo el mismo sujeto observa cada estado posible.
Pero volviendo al ¨presente¨, con las numerosas experiencias llevadas a cabo en los últimos 100 anos, se puede decir a ciencia cierta que en un plano más fundamental de la existencia  no existe ni tiempo  ni espacio, ni causa ni efecto, ni nada que choque otra cosa para ocasionar un evento en el tiempo y espacio. Los conceptos de Newton del tiempo y espacio absolutos o la visión de Einstein de un espacio-tiempo relativo son sustituidos por algo mas autentico: el universo existe en una especie de gigante AQUÍ donde el aquí representa todos los puntos del espacio y del tiempo en un momento. Si como lo demuestra la mecánica cuántica, las partículas subatómicas pueden interactuar más allá de un cuadro espacio-tiempo, es muy probable que sea lo mismo para la materia  que componen. El en mundo cuántico lo que llamamos EL CAMPO es un mundo de puro potencial donde la vida existe solo como un enorme presente. Como decía Robert Jahn “eliminar el tiempo, y todo encaja”. Es como decir que el futuro y el pasado existen en el reino de lo potencial y que con la visión de un observador, se permite a este potencial tomar forma y manifestarse ya que el transfer de información por las ondas subatómicas no existe ni en el tiempo ni en el espacio, solamente en un eterno presente. Esto significa que nuestro futuro existe  en un estado nebuloso y se concreta solo en el presente. Como observadores, somos el tiempo y el espacio a la vez ya que cuando traemos la energía a la conciencia gracias a la percepción, creamos objetos disociados que existen en el tiempo y espacio según una continuidad medida: creando el tiempo y el espacio creamos la división y la disociación.

Nos recuerda la teoría de David Bohm que dice que todo en el mundo está referido a un orden implícito hasta que lo hagamos explicito a través de las fluctuaciones de energía. Esto supone que el tiempo ya no es un orden primario sino segundario ya que sería una proyección particular de una dimensión superior.

A nivel psicológico se dice muchas veces ¨nos pasamos la mitad del tiempo pensando en el pasado y la otra mitad pensando en el futuro¨. Precisamente investigadores de la Universidad de Harvard realizaron un estudio para medir las consecuencias emocionales de una mente que divaga en exceso. Y sus resultados fueron reveladores: el precio que estamos pagando por pensar en lugar de centrarnos en lo que estamos haciendo en el momento es nada más ni nada menos que el fin último del hombre, la felicidad. Los resultados parecen no estar muy alejados de las corrientes espirituales que piensan que vivir en el presente es la mejor manera de alcanzar la felicidad. Los resultados mostraron que la media se dedicaba a divagar en un 46,9% de las horas de vigilia. Este estudio muestra un claro vacio en el espacio tiempo presente que, como lo demuestra la ciencia, es la única realidad.

Pensar por un momento en la cantidad de veces que estáis desempeñando una tarea que os gusta, no se ve pasar el tiempo como si se detuviera, uno está al 100% conectado con el momento presente. Y de repente, usted piensa en una disputa que ha tenido con una persona (pareja-amigo-familiar) unos días previos. De repente un nudo se forma en el estomago, la sangre se acelera y empezamos a revivir la situación además añandole nuestra dosis de pimienta y especies negativas de rencor, orgullo o sentimiento de injusticia, e incomprehension típicos del ego. Y ya está, estamos totalmente desconectados del momento presente tan placentero que estábamos experimentando anteriormente, y revivimos una experiencia negativa del pasado con sus respectivas emociones desagradable y dañinas con una persona que ni siquiera se encuentra actualmente y una situación que ni siquiera pertenece a la realidad ya que ni pasado ni futuro son parte del marco de lo real. Como dice Inelia Benz ¨El dolor es natural y dentro del marco del presente, no obstante el sufrimiento es lo que ocurre cuando el dolor ha caducado pero nos aferramos a él como a un tesoro¨. Con lo cual la frase ¨el tiempo lo curra todo¨ es una manera de decir que en cuanto un evento se sale del marco del presente deja de existir. Solo nuestra mente es la que decide aferrarse a él para conservarle, lo que representa una de las mayores fuentes de infelicidad.

Por lo tanto tenemos una clara necesidad de rellenar  este vacío natural que representa el presente pero el gran problema es que lo rellenamos con elementos artificiales. Los grandes manipuladores de la civilización saben muy bien que al conectar con el presente, conectamos con nuestra esencia- conciencia- la única verdad absoluta - lo que nos abre las puertas a otros horizontes más holísticos, transcendentales y cósmicos. Para evitarlo nos bombardean con estímulos e información que tienen como única finalidad alejarnos de nuestra verdadera naturaleza. Los 5 sentidos están permanentemente activados sin que seamos conscientes de ello. Ese fenómeno ha provocado una enfermedad poco conocida hace 50 anos que es la hiperactividad. Son jóvenes que necesitan a estos estímulos como un drogadicto a su dosis diaria, cuando no están estimulados se aburren, desconectan e incluso se estresan. Todo tiene que ir rápido, el tiempo se ha convertido en un verdadero enemigo porque se cuantifica (como todo últimamente)  se compara, compite con sí mismo para encontrar la mayor rentabilidad posible. Ese tiempo se ha convertido en un bien con un valor económico. Antes se decía ¨el tiempo es oro¨como valor cualitativo, hoy en día se dice ¨el tiempo es dinero¨como valor cuantitativo! Porque igual que todo lo demás, la calidad se ha perdido al beneficio de la cantidad, y el tiempo no podía ser menos!  Pero al igual que el dinero y el consumo, el tiempo se encoje cada vez más. Con el paso de los anos tenemos la clara sensación de que el tiempo pasa más rápido, pero a nivel planetario estamos descubriendo que el tiempo se acelera como lo exponen Mc Kenna y la teoría Calleman que se explica en los siguientes videos


Pero si nuestra mente acepta estímulos fabricados para conectar con el presente, si pasa gran parte de sus pensamientos en ¨tiempos pasados o futuros¨, si se agarra a eventos fuera del marco real, si recibe informaciones inconscientemente y las acepta sin contrarrestarlas, si es permanentemente alerta y no descansa nunca solo con el sentir ya que tiene que racionalizarlo todo, es porque así nos educaron, así es nuestro condicionamiento.  Hay hombres como Eckhart Tolle que tuvieron que tocar fondo para entender la realidad del tiempo (o mejor dicho del no tiempo) y que han dedicado su vida en enseñarnos el camino. Ahora que estamos abriéndonos a nuevos paradigmas quizás deberíamos aprovechar para volver a antiguas enseñanzas sobre conectar con el presente e introducirlo en la educación empezando con nuestros propios hijos enseñándoles  a reducir los estímulos sensoriales de la vida cotidiana para poder funcionar desde el hemisferio derecho (siendo el izquierdo el gran enemigo del presente). De esta manera dejamos de pensar y empezamos a sentir enganchándonos en una fuente profunda de receptividad alerta. Es una forma de comunicación como cualquier otra pero que el ¨ruido¨de la vida cotidiana no nos deja oír  y que es lo más parecido al estado natural del mundo donde el tiempo ya deja de existir. 



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