Geometría sagrada y creación

Todos tenemos asimilado varias informaciones y conceptos acerca de la creación del mundo, del sentido de la vida, de la formación de la naturaleza, del funcionamiento del organismo, recopiladas o bien a través de la religión, espiritualidad, matemáticas, ciencia, astronomía, historia y demás. Pero lo fascinante es que cuando dejamos de etiquetar esta información, cuando la analizamos desde una perspectiva global alejado de toda creencia, nos damos cuenta que estamos todos hablando de lo mismo, una misma realidad, un solo patrón que podemos resumir gracias a la geometría sagrada.

La geometría sagrada es el modelo de la creación y de la génesis de toda la forma. Es una ciencia antigua y a menudo secreta, que explora y explica los patrones de la energía que crean y unifican todas las cosas y revela la manera exacta que la energía de la creación se organiza a sí misma. Cuando entras en el mundo de la geometría sagrada comienzas a ver como todo en el universo, desde las moléculas de nuestro ADN, los átomos, hasta las galaxias, pasando por la cornea de nuestro ojo o una cascara del nautilus, emergen de códigos geométricos.

Leonardo Fibonacci, por herencia del mundo árabe, descubrió la serie que nos lleva a phi. En el siglo XII, Leonardo Fibonacci descubrió una serie numérica simple que es la base de la increíble relación que encontramos detrás de phi. Empezando con 0 y 1, cada número de la serie es simplemente la suma de los dos anteriores. Así: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, . . . Divida cualquier numero en la secuencia de Fibonacci por el que esta antes de él y la razón (proporción) de cada par sucesivo de números en la serie se aproxima a phi (1.618. . .). Esto se conoce como el cociente de oro, el número de oro. Una de las actividades más profundas y más significativas abarcadas dentro de la geometría sagrada y de la fuente luminosa es la ' espiral de oro ', o espiral aurea usando el ' cociente de oro" La espiral de oro fue utilizada en el diseño de edificios sagrados en arquitectura antigua para producir la energía espiritual que facilitó conectividad con reinos espirituales y la estructura. La encontramos en multitud de elementos naturales que están ¨diseñados¨ según los mismos patrones.

Si sumamos los cuadrados de cualquier serie de los números Fibonacci, van a igualar el ultimo numero Fibonacci usado en la serie por el siguiente numero Fibonacci. Esta propiedad se ve en la espiral dorada que se encuentra desde la concha del molusco Nautilus a las galaxias: 12 + 12 + 22 + 32 + 52 = 5 x 8, entonces, 12 + 12 + . . . + F(n)2 = F(n) x F(n+1). Las espirales alternas en las plantas ocurren en los números Fibonacci. Las plantas ilustran la serie de Fibonacci en el número de sus hojas, en el arreglo de las hojas alrededor del tallo y en la posición de las hojas, las secciones y las semillas… el mismo patrón se repite a diferentes escalas…como los fractales.

Para Platón, hay cinco sólidos tridimensionales de aristas, ángulos y caras iguales, tales sólidos platónicos son: el tetraedro ( Fuego) , el cubo (Tierra) , el octaedro (Aire), el icosaedro (Agua) y el dodecaedro (Éter). Esta exposición la hace en su diálogo el Timeo, en el que plantea que de la quinta combinación, (dodecaedro) Dios se sirvió para trazar el plano del universo. El numero 5 no es inocente y cobra todo su significado con el Pentágono:

Tome un pentágono con cinco lados iguales y conecte todos sus puntos para formar una estrella de cinco puntas. Las razones de la longitud de los segmentos de línea resultantes están

todos basados en phi.

En la imagen notamos que A:B como B:C como C:D =0.618033 (el inverso de phi). Puedes computar un numero n de la serie Fibonacci (fn) usando phi y la raíz de 5: fn = Fn / 5½

- 5 también el quinto numero de Fibonacci, en 0,1,1,2,3,5

- 5 aparece en cuerpo humano, que tiene proporciones basadas en phi. 

- 5 extensiones del torso, 1 cabeza, 2 brazos, 2 piernas. 5 extensiones de cada brazo y piernas en 5 dedos cada una. 5 aperturas en la cara y 5 sentidos: vista, oído, gusto, tacto, olfato.

Tal y como se encuentra, entre otros en el Hombre vitruviano propuesto por Leonardo da Vinci.   Entonces si el pentágono es la expresión misma de la materia, el hexágono (6 caras) es la forma contenida dentro el circulo, el o es el vacio, el todo, la forma finita que contiene el potencial infinito de creación. Por ejemplo encontramos el hexagono en la estrella de 6 puntas o estrella de David  que está formada por 2 triángulos opuestos. Estos 2 opuestos nos recuerdan la dualidad con la que se establece supuestamente todas las leyes del universo. Y digo supuestamente porque estamos acostumbrados a pensar que todo se basa en estos opuestos pero, la realidad es que son imprescindibles pero no representan la fuente de la creación porque la fuente solo puede surgir del equilibrio entre los dos, de la unión, del equilibrio, del vacío!  

Una de las figuras geométricas mas representadas a lo largo de nuestra historia por casi todas las civilizaciones alrededor del mundo es la de La Flor de la vida. 

De acuerdo con las creencias esotéricas, contiene un valor antiguo y religioso asociado a las formas fundamentales del espacio y tiempo.  Según estas creencias, es una expresión visual de las conexiones que la vida tiene con todos los seres humanos, por lo que algunos creen que contiene algún tipo de Registros Akásicos de información básica sobre todos los seres vivientes.  Está compuesta de círculos (= espacio vacío, unión, equilibrio) del mismo diámetro superpuestos de forma coincidente, con cada uno de sus centros comprendidos en la circunferencia de seis círculos más que se rodean a sí mismos, y ordenados de manera que reflejen, en este diseño simétrico políptico, una forma hexagonal que se asemeja a una flor. 

Existen varias tradiciones religiosas y filosóficas asociadas con la creencia de la flor de la vida, como, por ejemplo, las representaciones de los Cinco Sólidos platónicos que se encuentran dentro del símbolo de El cubo de Metatrón, que muy posiblemente haya derivado del símbolo de la Flor de la vida, como Árbol de la vida de la Cábala, el cuál ha sido uno de los símbolos más importante en la Geometría sagrada de varios trasfondos religiosos. 
Por ejemplo los creyentes en la flor de la vida pueden ver aun en los componentes más básicos en el diseño de la flor las fases en la cual la Semilla de la Vida representa los siete días en los cuales Dios creó todo. Existen también otros símbolos aparte de la narrativa bíblica, que son los símbolos de Vesica Piscis (un símbolo muy antiguo) y el Nudo borromeo, otro símbolo antiguo que representa a la Santísima Trinidad  representada por 2 círculos = el padre y la madre, y la unión central = el Espíritu Santo o La Creación. También podemos encontrar el Ojo en lo que es la conexión entre 2 círculos que conocemos como ¨El ojo que lo ve todo¨ símbolo de la creación, agujero negro, ventana a la fuente, ventana al alma de Dios.

A nivel energético la creación  misma, la vida, el universo, la materia, el infinito de posibilidades se encuentra en el toroide. El toroide, o tubo toro, es una figura geométrica parecida a un donuts o manzana, es la forma que tienen los átomos, los fotones y toda unidad mínima constitutiva de la realidad. En la figura del toroide encontramos reunidos todos los principios de la Geometría Sagrada, a saber: el Gran Vació, la Ley de Unidad, la Ley de Dualidad, el Principio de auto-sustentación, los tres números pilares matemáticos de la Geometría Sagrada: Phi, Pi, Euler. 

Es la imagen que contiene dentro de sí misma una gama infinita de posibilidades de combinación, y por lo tanto de significación y es la llave maestra de acceso a la ciencia de la Implosión. El toroide marca tanto la dualidad entre los polos +/-, yin/yang, bien/mal, hombre/mujer, implosión/explosión, hacia dentro/hacia fuera, tierra/sol, reflexión/expresión, espíritu/material, big bang/agujeros negros, etc. Toda forma de vida solo puede expresarse según esta ley de la implosión-explosión como un sistema dinámico limitado por su propio equilibrio creando un potencial infinito dentro de un límite finito. Todo está puesto en movimiento por un agujero negro/creación/Dios/campo del punto 0/ coherencia universal/G, (sea el nombre que le quiera poner estamos hablando de lo mismo) de una unión central que por fuerza toroidal crea 2 campos electromagnéticos polarizados opuestos e iguales.  
La dimensión psicológica de esta figura es trascendente: en ella convergen simultáneamente los pares de opuestos aparentemente irreconciliables: yin y yang, blanco y negro, bien y mal. Su geometría deviene del Gran Vació. El Gran Vació es literalmente un punto en el espacio. De esta imagen se desprende simultáneamente espirales doradas que se desdoblan hacia "abajo" y hacia "arriba" para dar la vuelta sobre sí mismas y encontrarse en una Zona Horizonte en lo más alejado del punto de inicio. De esta manera el futuro y el pasado convergen en un punto (el vacio) para formar el presente que es la única realidad que podemos observar al estar presente en el campo de equilibrio. Por lo tanto el tiempo y el espacio aparentan ser infinitos porque ambos se reciclan dentro de este sistema dinámico.

Al ser un sistema finito, a nivel existencia, la historia se repite porque los eventos pasados son procesados para determinar futuras posibilidades. Eso significa que si no aprendemos (procesamos), nuestros futuro permanecer inalterable: Todo aprendizaje, emoción y acción que sale del vacío tiene que primero ser ¨explosionado¨ para luego volver a la fuente y ser procesado, ¨reciclado¨ y así evolucionar infinitamente según la espiral de oro, o serpiente en otras civilización que representa esta corriente electromagnética que emana de la fuente para subir. 

A nivel atómico la materia seria solo el resultado de una polaridad magnética dual de vórtice que converge en su ecuador creando un campo de equilibrio  (espacio) en el cual las partículas son irradiadas por la fuente central (singularidad) formando un campo electromagnético donde las fuerzas de misma carga se repelan cuando entran en contacto dando la sensación de  ¨peso¨.
Tal y como lo podemos ver en absolutamente todas las representaciones de la naturaleza tanto a nivel micro como macro, esta ley representa un único patrón  que se aplica a todo…es el patrón de la creación. 

Fue el matemático francés Benoit Mandelbrot, quien acuñó el término fractal para describir la geometría de una gran variedad de fenómenos naturales irregulares. La trama de la vida sería una estructura base de la conciencia, que distribuye cada totalidad como fractales de la estructura base. La matriz, por ende, tiende a ser una estructura de luz que engloba todo acondicionamiento de conciencia para ser esta estructura. En la psicología arquetípica, se le conoce a este patrón de luz como mándala.
Por lo tanto la vida no es una lucha entre el bien y el mal como erróneamente se nos ha hecho creer, sino más bien un campo donde ambos lados coexisten para mantener el equilibrio ya que solo dos fuerzas iguales y opuestas pueden conseguir la harmonía.