« Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias” John Locke.

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martes, 6 de diciembre de 2011

La gran confusión interior


Me gustaría aquí compartir unos sentimientos y experiencias muy personales pero que muchos experimentaran en esta época de cambios y aceleraciones. Lo que vivimos hoy que sea desde lo exterior pero incluso lo interior no tiene absolutamente nada que ver con lo que vivíamos hace 10 años. Parece que en esta época éramos más despreocupados, más seguros de nuestro presente y futuro, nos dejábamos llevar por la corriente, el fluir de la vida sin replantearnos casi nada ya que la evolución era gradual y la hipoteca a 35 años, y parecía que todo funcionaba relativamente bien así, por lo menos en apariencia porque así nos lo inculcaron. Pocos habían oído hablar de los Bildeberg o Comisión Trilateral, nadie ponía en duda lo que decían los medio de comunicación, teníamos la ilusión de que realmente vivíamos una democracia, la sanación energética era de unos locos y solo los inadaptados replanteaban las reglas del juego. Pero que paso, todo se tambaleo, la economía, los valores, el medio ambiente, la ciencia y lo más importante, nuestro interior. Efectivamente, el primer cambio que experimentamos está dentro. Desde dentro rompemos con nuestros condicionamientos y cambiamos los paradigmas, desde dentro decimos que NO al sistema, desde dentro sacamos nuestro espíritu crítico para aceptar otras posibilidades y desde dentro nos agarramos al cambio exterior hacia un mundo mejor  (los mayas, 4 y 5 dimensión, el 2012, los extraterrestres, etc.) como fuente de salvación a esta sociedad podrida y decepcionante. Pero una vez más la salvación está también en nuestro interior porque como lo explica la nueva ciencia en realidad no existe nada en el exterior, solo una proyección…y ese concepto también es un cambio y un cambio muy difícil de tragar. Según nuestro nivel de conciencia, de capacidad de adaptación, de equilibrio interior, aceptamos más o menos, en mejor o menor medida romper con todo lo aprendido y aceptar como más ¨real¨ otra forma de ser. Pero en cualquier caso, no creo equivocarme en decir que la gran mayoría está al fin y al cabo confusa.
Nos empapamos de nuevas informaciones y percepciones pero la transición entre ser entendidas y sentidas es enorme, comprendemos muchas cosas nuevas, necesitamos cosas nuevas, queremos cosas nuevas pero que a veces cuesta sentir, asimilar, encajar y acoplar. Quiero estar más cerca de la naturaleza, es como una llamada interior pero no soy capaz de dejarlo todo, mi cotidiano en la ciudad para irme al campo. Entendemos que somos seres de luz con un poder infinito y que nos tenemos que dejar guiar por nuestro corazón, pero si el marido dejar todo tirado existe muy poca empatía hacia sus necesidades. Sabemos que debemos ser tolerantes y sentir la unidad pero a veces nos cuesta ser tolerantes con nosotros mismo entonces como serlo con los demás, y lo más importante, en este salto cuántico sentimos que abandonamos los valores materiales y superficiales para ir hacia la esencia del Ser pero no dejamos de preguntarnos al final del día ¨que habrán pensado de mi o que imagen habré dado¨. Todos estos sentimientos crean al final mucha confusión, momentos de intensa paz (incluso iluminación) entrecortados de momentos de grandes tensiones y alteraciones. ¿Como encajar una mente espiritual en un mundo todavía material? ¿Como encontrar la harmonía interior si todavía no he conseguido la coherencia?  Cuando uno sube las escaleras, durante un momento  tiene un pie en el vacio hasta que vuelva a tocar el escalón superior, pues en este momento estamos levantando el pie para subir de nivel y eso desestabiliza pero así se aprende. Por muy desestabilizador que parezca no solo es normal pero es muy positivo, estamos en el camino, un camino lleno de obstáculos pero el más apasionante que viviremos jamás.  La única conclusión a la que podemos llegar es que las emociones, todas sin excepción se han intensificado. De la misma manera que se intensifican nuestras emociones y tambalean nuestras creencias, se puede ver en las noticias y en nuestro alrededor dos fuerzas, dos polos que se intensifican, los que se agarran a lo anterior la vida tal y como era hace 10 años como han sido acostumbrados  y los que, con el miedo en el vientre y la incertidumbre en la cabeza buscan una realidad más acorde con los nuevos valores que brotan en su cabeza. 


En este proceso, el miedo a lo desconocido crea la duda y esa es como una voz interior que nos impide avanzar. Esa voz es la del ego ese ser que se niega a cambiar y sobre todo a desaparecer para dejar el protagonismo a nuestro alma, por esa razón intenta hablar más, gritarnos que es demasiado peligros pero sabemos en el fondo, si escuchamos nuestro corazón, que ya no hay marcha atrás. Luego viene el siguiente obstáculo que es la impaciencia ¨vale ahora que lo he entendido y asimilado como nueva realidad ¿cuando por fin voy a sentir y experimentar el cambio esa plenitud que puedo entrever igual que una palabra que tenemos en la punta de la lengua pero que no nos viene a la cabeza?¨ Pues eso significa que todavía no hemos aprendido a vivir el momento presente como esa misma plenitud.  
En ese proceso también llega la reflexión ¨el mundo exterior es demasiado contaminante para mi proceso interior entonces intento no mirarlo ni escucharlo para encontrar la paz interior¨ Somos seres sociales y no podemos vivir cortados del mundo por muy negro que nos parezca pero si sacamos la luz que tenemos dentro veremos el mundo iluminado  entonces ya no nos parecerá contaminante sino precioso.
Y por fin llega ¨si yo lo he entendido, lo he sentido, lo he experimentado (o eso creo yo) y ahora quiero cambiar o convencer los que están a mi alrededor¨. Entonces puedes sonreír porque tu ego ha vuelto a hablar, pero no pasa nada, ni lo reprimes, ni lo condenes, escúchalo y compréndelo solo de esa manera conseguiremos que se calle.

Por lo tanto en esa etapa de transición y confusión lo primero que tenemos que hacer es ser tolerante con nuestro propio ego, él mismo que no nos deja conectarnos con nuestra esencia tiene también sus necesidades como cualquier persona y solo una vez que hayamos subsanado esas necesidades de ser escuchado  y amado podremos ser libres de él . Si lo condenamos, lo callamos a la fuerza o lo ignoramos estaremos practicando en nosotros mismo exactamente lo que no queremos ver más, entonces empecemos por querernos como si hubiéramos nacido ayer, sin pasado, sin futuro, solo ahora entre un ser de luz y un ego que se aman…

… y si estas reflexiones crean más confusión en vosotros mismos…pues mejor!

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