« Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias” John Locke.

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jueves, 9 de junio de 2011

Ciencia y espiritualidad: Es hora de unirles

Casi todos conocemos este trozo de historia cuando la ciencia se separo de la espiritualidad hasta convertirse en su verdadero antagonismo. Todo empezó en el siglo XVII con Descartes para definitivamente imponerse con Newton y con un buen empujón de la iglesia que se aseguro el monopolio de la espiritualidad ya nada más se podía hacer. No obstante, las cosas empezaron a cambiar en el siglo XX con los descubrimientos cuánticos y hoy en día es una realidad demostrada aunque todavía poco aceptada para la mayoría: El átomo y el espíritu parten de la misma fuente.

El problema es que el extremismo cultural que se ha ejercitado tanto en el ámbito de la ciencia con un análisis exclusivamente material, como en la espiritualidad con unas doctrinas religiosas poco abiertas a la conciencia individual, no ha favorecido su acercamiento. Pero si abrimos el campo de investigación de la materia a la energía y eliminamos los dogmas religiosos para volver al misticismo ancestral, ¿con que nos encontramos? La conciencia holística! OJO No la consciencia (con “s”) que se refiere a la capacidad de razonar, pensar, tener el sentido de nosotros y lo que nos rodea y se pierde cuando estamos inconscientes, aquí estoy hablando de un concepto muy superior, se trata del conocimiento que uno tiene de si mismo como Ser superior. Lo que en ingles sería Awakening a no confundir con conscience.

Para entrar un poco más en detalles resaltaría que desde que se empezó a estudiar el mundo atómico se descubrió que el comportamiento de las partículas elementales de un átomo no responde a la mecánica clásica y es imposible de medir en un cuadro espacio/tiempo, es lo que se llama el “principio de incertidumbre”, porque quien colapsa la onda de posibilidades es el observador, en otras palabras, la conciencia. Simplificándolo sería algo como: todo el universo está formado de átomos y los átomos están formados por campos de energía y esos campos solo se materializan con la presencia de un espíritu, sin este, se queda en energía y no existe el mundo "real" tal y como lo concebimos. Entonces si el mundo material solo pasa por la conciencia para existir, el determinismo newtoniano solo puede explicar una infinita parte y omite la fuente creadora de la realidad existencial: La con-ciencia o el conocimiento compartido, es decir la Unidad.

La gran búsqueda espiritual en su terminología filosófica ha sido en torno al sentido de la vida y más precisamente a “¿quienes somos?”. En su sentido más religioso se refiere a la liberación del alma dominada por lo material. En cualquier caso, la búsqueda de trascender los limites del espíritu como una limitación de la consciencia (ahora sí con “S”) es presente en absolutamente todas las creencias y me atrevería incluso a decir que inherente al ser humano. Pero que casualidad que sea la ciencia quien nos de la respuesta a lo que llevan diciendo desde hace miles de años las grandes corrientes espirituales: “Somos una conciencia que ha construido una maquina para poder experimentar el mundo”. Detrás de la personalidad/ego/materia/individualidad se esconde una realidad muy superior y creadora de todo lo anterior: Una conciencia/energía/unidad. Y efectivamente, la liberación del alma (preferiría decir del Yo) pasa por trascender la materia igual que la trascienden nuestros átomos, y volver a la fuente creadora de la existencia.  El camino espiritual pasa por el salto cuántico.
De hecho, hoy en día, las mayores enseñanzas espirituales ya no provienen de los gurús religioso, sino de los grandes científicos en varios ámbitos: Bruce Lipton, biólogo y precursor de la epigenetica  - Amit Goswami, Fisico nuclear - Edgar Mitchell, Astronauta – Fred Wolf, Fisico – John McMurtry, filósofo – Gabor Maté, físico – Richard Wilkinson, sociólogo – Robert Anton Wilson, psicólogo, para citar solo algunos.

P.D: Con este articulo no tengo la pretensión de volver a casar la ciencia con la espiritualidad porque mi convencimiento es que este matrimonio solo se hará de manera personal y experimental, pero solo pretendo difundir lo que gran parte de estos científicos intentan explicarnos como un nuevo y revolucionario concepto que puede ser el punto de partida del gran cambio que se avecina: El salto evolutivo de la humanidad. 

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