La mayor droga de la humanidad : Nuestras emociones

En los medios de comunicación se habla a diario del problema de las drogas. El peligro para nuestros hijos, la propagación en todas las clases sociales, cómo combatir la adicción, la diversificación de ellas, y personalmente me sumo a ello, pero ignoramos la mayor, más nociva y mas expandida droga que 

hay : Nuestras emociones.

Pido perdón de antemano por el pequeño curso de neurología, pero lo haré muy sencillo para que nos situemos : Todo empieza en el lóbulo frontal del cerebro y más concretamente en el Sistema Nervioso Central (SNC). En el subsistema límbico está el hipotálamo, es una gran fábrica de moléculas llamados péptidos que se asemblan en neuropéptidos o neurohormonas para ser proteínas. Estas proteínas se fabrican según cada emoción que experimentamos a diario. Esto significa que hay una sustancia química para cada emoción. Pensamos, sentimos, y automáticamente se fabrican (o mejor dicho se ensamblan ) péptidos que luego se sueltan por la glándula pituitaria en la sangre para llegar  a los receptores de cada célula del cuerpo, y las células tienen tantos receptores como sustancias químicas.

Hasta aquí todo bien, pero el problema reside en que las células, al alimentarse de esas sustancias químicas se acostumbran y piden a grito mas de lo mismo. Por lo tanto nosotros provocamos sentimientos, emociones que cumplen con los antojos bioquímicos de nuestras células y que satisfacen nuestras necesidades bioquímicas. En conclusión : Somos adictos a nuestro estado emocional!

Si bombardeamos las células de nuestro cuerpo con la misma actitud, la angustia, la tristeza, el cabreo, la lujuria, la envidia, etc. a diario, cuando esta célula decide dividirse, las células nuevas tendrán receptores para esos mismo neuropeptidos emocionales y menos receptores “positivos” y necesarios como vitaminas, minerales, eliminación de toxinas, etc. El hombres es el único animal que tropieza  dos veces con la misma piedra.

Pero las emociones son necesarias para sobrevivir porque establecen nuestra posición respecto a nuestro entorno, nos permite interpretar e interactuar con él y así nos diferenciamos unos de otros. Entonces como desintoxicarnos? La buena noticia es que la fisiología nos dice que las células nerviosas que tienen una memoria asociativa, están conectadas (las conexiones se llaman sinapsis) y si piensas algo una y otra vez, las células crean una relación prolongada y duradera. Pero si las células nerviosas, las sinapsis no se activan con frecuencia, dejan de tener una relación prolongada. Esto significa que cada vez que interrumpimos un  proceso de pensamiento negativo, rompemos esa conexión hasta su desaparición. Por lo tanto mediante la práctica diaria de la observación de nuestros sentimientos nos convertimos en personas emocional consciente y dejamos atrás la persona que reacciona a su entorno con automatismo.